El cristal y el vidrio no son lo mismo. Un vidrio es un sólido no cristalino que presenta el fenómeno de transición vítrea. Es decir, mientras que los cristales son sólidos con una estructura atómica regular que da lugar a formas definidas y simétricas, el vidrio presenta una estructura no ordenada, en la que los átomos y moléculas se disponen con un orden de corto alcance.

Esto confiere a los vidrios una serie de características propias: la transparencia, la moldeabilidad y la versatilidad o la homogeneidad (entre otras). Gracias a estas características, el vidrio, presenta una excelente durabilidad y resistencia química, mecánica y térmica. Además, es 100% reciclable e infinitas veces.

A diferencia del vidrio algunos cristales contienen óxidos añadidos - como el óxido de bario - que les dan un brillo y sonido especial. Esos óxidos pueden generar problemas en el horno de fusión para hacer nuevos envases puesto que tienen puntos de fusión muy diferentes al vidrio.

Aquí lo importante es saber que todos los envases de alimentación y bebidas están fabricados en vidrio y deben ir al contenedor verde. Fuera de estos envases, están los vasos, las cristalerías, espejos, ventanas, etc. todos esos materiales debes llevarlos siempre a un punto limpio.

¿Aún tienes dudas? Te recomendamos que visites esta web del CSIC que fue lanzada para conmemorar 2022 como el Año Internacional del Vidrio y en la que podrás encontrar todo lo referente a este material.

Así se recicla tu envase de vidrio